La bruja amarilla estaba sentada en su silla,
escribiendo una poesía
escribiendo, escribiendo, sin parar
la bruja ansiosa por terminar.
A la mañana siguiente,
empezó a jugar sin parar,
se cansó y leyó su poesía.
Leyendo ogros y fantasmas,
empezó a llorar sin parar,
llorando , llorando,se fue
en su escoba volando.
Ana Márquez y Uma Magnago
Girls! You´re very creative.
ResponderEliminarWell done.
que linda poesia .Margarita Berducq
ResponderEliminar¡Me encantó el poema!
ResponderEliminarPatricia Somale